IMPORTANCIA DE LOS ECOSISTEMAS DE MONTAÑA
A nivel internacional, la importancia de los ecosistemas de montaña está recogida en una serie de iniciativas, entre las que destacan las siguientes:
Año 2015
Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible: La meta n. ° 1 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 menciona explícitamente a las montañas entre los ecosistemas que deben conservarse, restaurar y utilizar de manera sostenible de conformidad con los acuerdos internacionales.
Año 2012
El futuro que queremos: Es el documento final de la Conferencia Río+20, donde se reconoce que los beneficios derivados de las regiones montañosas son esenciales para el desarrollo sostenible, y se alienta a los Estados a que incorporen políticas específicas para las montañas en las estrategias nacionales de desarrollo sostenible (párrafos 210 a 212).
Año 2002
Día Internacional de las Montañas: La Asamblea General de la ONU declaró el 11 de diciembre como el “Día Internacional de las Montañas”
Alianza para las Montañas: es el resultado de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. La Alianza para las Montañas es una asociación voluntaria de diferentes organizaciones a nivel mundial (organismos de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales y grupos importantes de África, Asia y el Pacífico, Europa, América Latina y el Caribe, el Cercano Oriente y América del Norte) y tiene como objetivos principales proteger los ecosistemas montañosos del mundo y promover un desarrollo sostenible, y mejorar las condiciones de vida de la población que vive en la montaña
Año internacional de las Montañas: La Asamblea General de la ONU declaró 2002 como el Año Internacional de las Montañas
Año 1995
Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS): La CDS fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de hacer seguimiento efectivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), también conocida como la Cumbre de la Tierra. En el informe de su tercer periodo de sesiones reconoce que los ecosistemas de montaña son de crucial importancia como centros ricos y únicos de diversidad biológica y cultural, reservas de agua y fuentes de minerales y, al mismo tiempo, destaca la fragilidad de los ecosistemas de montaña y el impacto adverso de la degradación de los mismos en poblaciones de tierras altas y bajas (numeral 4, literal D del capítulo 1)
Año 1992
Agenda 21: Es un plan de acción de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), que en su capítulo 13 reconoce que los ecosistemas de montaña son esenciales para la supervivencia del ecosistema global, y a su vez, son ecosistemas frágiles.
A nivel nacional, se desarrolla cuatro beneficios claves que brindan los ecosistemas de montaña para la mejora de la calidad de vida de las personas:
Ecosistemas de montaña para la provisión de agua
Este beneficio que brindan los ecosistemas de montaña está relacionado con el servicio se regulación hídrica.
Servicio ecosistémico de regulación hídrica: consiste en el almacenamiento de agua en los períodos lluviosos y su liberación en los periodos secos. El ecosistema proporciona un balance natural entre caudales en época lluviosa con caudales de estiaje. La regulación hídrica depende principalmente de la intensidad y la estacionalidad de las precipitaciones, la cobertura vegetal, la profundidad del suelo, la variabilidad climática y las prácticas de conservación de agua[1].
Los ecosistemas de montaña, se constituyen en la principal fuente de agua, debido a que el 80% de las precipitaciones se dan por encima de los 3000 m.s.n.m., y son retenidas en los glaciares, lagunas, humedales y pastizales altoandinos. Es aquí donde se originan los ríos que discurren por las laderas andinas hacia las vertientes del Pacífico, del Atlántico y del Titicaca. Estas aguas no sólo son importantes para la producción de alimentos, sino también son muy útiles para generar energía eléctrica y para abastecer de agua dulce a los centros poblados, los asientos mineros y las industrias que transforman las materias primas de la región[2].
La vertiente del Atlántico, recibe las aguas de la parte oriental de la cordillera de los Andes y de la selva tropical Amazónica, concentrando el mayor volumen de agua (97.27%) del país. Aquí habita el 30.76% de la población y es la zona donde se produce el 17.6% del PBI. La vertiente del Pacífico, recibe las aguas de la parte occidental de la cordillera de los Andes, solo concentra el 2.18% de volumen de agua del país, pero alberga al 65.98% de la población y es la zona donde se produce el 80.4% del PBI. Por otro lado, la vertiente del Titicaca dispone del 0.56% del agua del país, alberga al 3.36% de la población y es la zona donde se produce el 2% del PBI[3].
Situación actual
Con la intención de entender la capacidad relativa del paisaje para regular o retener el agua, se plantea el uso del índice de retención de agua[4]. Asimismo, para realizar dichos cálculos se recopiló capas de información trabajadas y procesadas por el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN).
Factores del índice de retención de agua | Mapas para el índice de retención de agua | Fuente |
Nivel de retención en vegetación | Índice de área foliar | MODIS-NASA |
Nivel de retención en el suelo | Textura de sueloCarbono orgánico en el suelo | Opend Land Map |
Nivel de pendiente | Pendiente del territorio | Alaska Satelite Facility |
Nivel de sellado del suelo | Niveles de permeabilidad | INGEMMET |
Nivel de retención en masas de agua superficial y subterránea | Ecosistemas prioritarios para la regulación hídrica | MINAM |
Se calcularon los niveles del índice de retención de agua en las 116 cuencas relacionadas con los ecosistemas de montaña.
Índice de retención de agua (WRI) | ||
Nivel | Número de Cuencas | % Cuencas por nivel |
Muy Bajo | 1 | 1% |
Bajo | 9 | 8% |
Medio | 20 | 17% |
Alto | 32 | 28% |
Muy Alto | 54 | 47% |
Total general | 116 | 100% |
[1] Lineamientos para la formulación de proyectos de inversión en las tipologías de ecosistemas, especies y apoyo al uso sostenible de la biodiversidad, aprobados mediante Resolución Ministerial N°178-2019-MINAM.
[2] MINAM (2014). Perú país de montañas: los desafíos frente al cambio climático.
[3] https://www.ana.gob.pe/contenido/el-agua-en-cifras
[4] Vandecasteele, I., Baranzelli, C., & Becker, W. (2018). The Water Retention Index : Using land use planning to manage water resources in Europe. November 2016, 122–131. https://doi.org/10.1002/sd.1723
Ecosistemas de montaña para la seguridad de las personas
Este beneficio que brindan los ecosistemas de montaña está relacionado con el servicio se regulación de riesgos naturales.
Servicio ecosistémico de regulación de riesgos naturales: Es la capacidad de los ecosistemas de reducir las condiciones de vulnerabilidad para prevenir o reducir los posibles daños causados por las amenazas o peligros (huaycos, avalanchas, entre otros)[1].
Debido a las crecientes emergencias por peligros naturales, especialmente las de origen climático, existe una necesidad urgente de priorizar el componente prospectivo sobre el componente reactivo en la gestión del riesgo de desastres. En particular, los ecosistemas saludables se reconocen cada vez más como herramientas importantes para prevenir y minimizar el riesgo de desastres y cambio climático. Sin embargo, este enfoque está poco desarrollado en el mundo[2],[3].
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI, 2019), las emergencias totales pasaron de 3306 en el año 2003 a 5489 en el año 2018, con una tendencia al incremento, y en este periodo (2003-2018) más del 80% de las emergencias se concentraron en 14 departamentos, en 9 de las cuales la superficie de ecosistemas de montaña es mayor al 80% y en 3 la superficie de ecosistemas de montaña está entre 60% y 80%. Asimismo, la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático del MINAM, muestra las emergencias climáticas registradas del 2003 al 2014, que coinciden en gran medida con las zonas con mayores emergencias totales. De ahí, la importancia de los ecosistemas de montaña para la regulación de riesgos naturales.
Además, en el último Fenómeno El Niño, ocurrido en el año 2017, las inundaciones y deslizamientos de masa se dieron en mayor medida en 19 cuencas, de las cuales 16 están relacionadas con el ámbito de los ecosistemas de montaña. Este evento afectó a más de un millón de personas y ocasionó grandes daños a la infraestructura y viviendas que se estimaron en 3.9 mil millones de dólares, cifras comparables con los 3.5 mil millones de dólares de El Niño de 1997-98 y con los 3.28 mil millones de dólares de El Niño de 1982-83 (Zurich, 2017).
Retroceso glaciar como detonador de riesgos naturales
En solo 54 años (entre 1962 y 2016) el Perú perdió alrededor del 53.56% de su superficie glaciar. Asimismo, en el Inventario Nacional de Glaciares se estima que, bajo las condiciones climáticas actuales, las cordilleras glaciares podrían desaparecer alrededor del año 2111.
Chila | |
Chonta | |
La Viuda | |
Huanzo | |
La Raya | |
Urubamba | |
Carabaya | |
Huallanca | |
Huaytapallana | |
Huagoruncho | |
Vilcabamba | |
Central | |
Ampato | |
Raura | |
Apolobamba | |
Vilcanota | |
Huayhuash | |
Blanca |
Debido al retroceso glaciar, se han generado lagunas glaciares contenidas por diques de material fácilmente erosionable, lo cual aunado a la vulnerabilidad sísmica de los Andes, genera alta probabilidad de ocurrencia de desastres como lo sucedido en el pasado, donde se perdieron muchas vidas humanas[4].
Con base en los avances del proyecto de investigación denominado “Lagunas de origen glaciar en el Perú: evolución, peligros e impactos del cambio climático – GLOP” y liderado por el INAIGEM, del total de 8577 lagunas de origen glaciar, se han identificado 57 lagunas glaciares potencialmente peligrosas (LGPP). Por lo cual, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (SINAGERD) debe tener una especial atención en estas LGPP y sus efectos aguas abajo.
Las 57 LGPP se encuentran distribuidas en 6 cordilleras, solo una laguna – Palcacocha ubicada en la región Ancash- es considerada con nivel de peligrosidad muy alta, y 37 con nivel alto.
APOLOBAMBA | ||||
BLANCA | ||||
HUAYHUASH | ||||
HUAYTAPALLANA | ||||
VILCABAMBA | ||||
VILCANOTA | ||||
Total general |
OTROS RIESGOS RELACIONADOS AL RETROCESO GLACIAR
Debido al retroceso glaciar, se puede liberar virus y bacterias que estuvieron congelados y que son potencialmente dañinos para el ser humano. Este es un tema de reciente investigación y de interés mundial, porque la próxima pandemia podría emerger del hielo. Por otro lado, el retroceso glaciar favorece la generación de fuentes naturales emisoras de efluentes contaminantes, como el Drenaje Ácido de Roca (DAR). La investigación desarrollada en el 2016 y 20117 por el INAIGEM, en las microcuencas de Cojup, Quillcayhuanca y Shallap del ámbito de la cordillera Blanca; muestran los siguientes resultados: Dentro de una subcuenca pueden existir microcuencas con diferentes condiciones. Las microcuencas de Shallap y Quillcayhuanca presentan condiciones de acidez permanente a lo largo del tiempo, la cual se va incrementando de manera muy leve. En cambio, la microcuenca de Cojup, hasta finales de 2017, mantiene condiciones de aguas neutras sin presencia de acidez en ninguno de sus puntos de monitoreo, por lo cual es usado como fuente por la EPS-Chavín para el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Huaraz. Los hallazgos indican que los niveles de alteración de la calidad del agua en las microcuencas Shallap y Quillcayhuanca podrían representar una amenaza para la salud de los seres humanos o los ecosistemas. La situación es peor en algunos afluentes de la quebrada Cayesh porque presentan los mayores niveles de acidez. La contaminación debe ser de origen natural y un producto del retroceso glaciar, visto que en esta zona no existe ninguna clase de actividad minera. Se necesita más investigación para poder determinar otras microcuencas generadoras de acidez en el ámbito de la Cordillera Blanca. En la microcuenca Cojup se debe mantener monitoreo permanente debido a que, de acuerdo a la geología, existe la probabilidad de que en algún momento pueda generarse DAR, lo que cambia la acidez las aguas provenientes de laguna Palcacocha y el resto de la quebrada, haciéndolas inutilizables como fuente de agua potable para la ciudad de Huaraz.
Situación actual
Con la intención de identificar las zonas de riesgo en donde los ecosistemas de montaña pueden contribuir a la seguridad de las personas, se plantea el uso del índice compuesto por la vulnerabilidad y la degradación, ambos favorecen la disminución de la resiliencia ante desastres y el cambio climático[5]. Asimismo, para realizar los cálculos se recopiló capas de información trabajadas y procesadas por el MINAM (MINAM, 2011) e INAIGEM (INAIGEM, 2020).
Factores del índice de vulnerabilidad y degradación | Mapas para el índice de vulnerabilidad y degradación | Fuente |
Vulnerabilidad | Vulnerabilidad física (incluye peligros y análisis de exposición de la población e infraestructura) | MINAM |
Vulnerabilidad | Lagunas glaciares potencialmente peligrosas – LGPP (incluye análisis de exposición de la población) | |
Degradación de ecosistemas | Degradación de ecosistemas a nivel nacional | MINAM |
Se calcularon los niveles del índice de vulnerabilidad y degradación en las 116 cuencas relacionadas a los ecosistemas de montaña.
ÍNDICE DE VULNERABILIDAD Y DEGRADACIÓN | ||
Nivel | Número de Cuencas | % Cuencas por nivel |
Muy Bajo | – | – |
Bajo | 50 | 43% |
Medio | 27 | 23% |
Alto | 33 | 28% |
Muy Alto | 6 | 5% |
Total general | 116 | 100% |
[1] Lineamientos para el Diseño e Implementación de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos
[2] El numeral 6.1 del artículo 6 de la Ley N°. 29664, establece 3 componentes de la Política Nacional de Gestión de Riegos de Desastres: 1) gestión prospectiva: Es el conjunto de acciones que se planifican y realizan con el fin de evitar y prevenir la conformación del riesgo futuro que podría originarse con el desarrollo de nuevas inversiones y proyectos en el territorio; 2) gestión correctiva: Es el conjunto de acciones que se planifican y realizan con el objeto de corregir o mitigar el riesgo existente; y 3) gestión reactiva: Es el conjunto de acciones y medidas destinadas a enfrentar los desastres ya sea por un peligro inminente o por la materialización del riesgo.
[3] Monty, F., Murti, R. & Furuta, N. (2016). Helping nature help us: transforming disaster risk reduction through ecosystem management. Gland, Switzerland: IUCN.
[4] Comunidad Andina de Naciones (2007). ¿El fin de las cumbres nevadas? Glaciares y cambio climático en la Comunidad Andina. Lima, Perú.
[5] Monty, F., Murti, R. & Furuta, N. (2016). Helping nature help us: transforming disaster risk reduction through ecosystem management. Gland, Switzerland: IUCN.management.
Ecosistemas de montaña para la mitigación al cambio climático
Este beneficio que brindan los ecosistemas de montaña está relacionado con el servicio de captura de carbono.
Servicio ecosistémico de captura de carbono: es la capacidad de los ecosistemas de absorber y almacenar el carbono presente en la atmósfera e incorporarlo a través de la fotosíntesis a su estructura[1]
Los ecosistemas adecuadamente gestionados, son una estrategia esencial para mitigar el cambio climático. La iniciativa internacional denominada “4×1000”[2], evidenció que una tasa de crecimiento anual del 0.4% de las reservas de carbono del suelo, o 4 ‰ por año, en los primeros 30-40 cm de suelo, reduciría significativamente la concentración de CO2 en la atmósfera debido a las actividades humanas. Esta tasa de crecimiento no es una meta normativa para cada país, pero busca contribuir con la meta a largo plazo de limitar el incremento de las temperaturas a +2°C, nivel más allá del cual las consecuencias provocadas por el cambio climático serían de una amplitud significativa, según el IPCC.
Es así, que el suelo es una importante reserva de carbono, conteniendo más carbono que la atmósfera y la vegetación terrestre en conjunto. El mapa de carbono orgánico del suelo (COS) elaborado por FAO[3], permite la estimación de las existencias de COS de 0 a 30 cm de profundidad, donde se calcula que la reserva global de carbono orgánico del suelo es de 680 petagramos. (1 Petagramo = 1 Mil billones de toneladas métricas). El Perú cuenta con 10,1 Pg, lo cual representa el 1,5% de la existencia mundial.
En el ámbito de los ecosistemas de montañas se estima una reserva de 5.2 Pg de COS, lo que representa el 52.7% del estimado nacional. La mayor cantidad de carbono almacenado se presenta en ecosistemas de humedales, debido a que la captación de carbono se realiza, en su mayoría, a través de las plantas que fijan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo convierten a carbono orgánico (Hernández, 2010).
Carbono Orgánico del Suelo | Toneladas métricas | Pg C | % Con respecto a la superficie nacional |
Nacional | 10,016,419,886.79 | 10.01 pg | |
Ámbito de los ecosistemas de montaña | 5,281,531,219.01 | 5.2 pg | 52.73% |
Por otro lado, la estimación de contenidos de carbono de la biomasa aérea o carbono orgánico sobre el suelo se realiza en base a la estimación de la biomasa de árboles en parcelas monitoreadas. Siendo los ecosistemas de bosque amazónico los de mayor concentración de carbono, debido a la densidad de la cobertura forestal[4].
Stock de carbono sobre el suelo | Toneladas métricas | Pg C | % con respecto a la superficie nacional |
Nacional | 6,920,203,929 | 6.9 | |
Ámbito de los ecosistemas de montaña | 1,647,176,432 | 1.6 | 23.8% |
En ambos casos, la estimación de la concentración de carbono (bajo y sobre el suelo) se basa en información referencial, siendo necesario un ajuste a nivel local para lograr un resultado más preciso.
Para nuestro análisis, se optó por considerar la información de COS, por ser más representativa y relevante para el entendimiento de ecosistemas vulnerables como los humedales.
Situación actual
Con la intención de identificar las zonas en donde los ecosistemas de montaña pueden contribuir a la mitigación del cambio climático y se encuentran más vulnerables a perder esta capacidad, se plantea el uso del índice compuesto por la densidad de carbono orgánico del suelo y la degradación del suelo. Asimismo, para realizar los cálculos se recopiló las capas de información trabajadas y procesadas por el Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN) y por la FAO.
Factores del índice de densidad de carbono orgánico del suelo vulnerable | Mapas para el índice de densidad de carbono orgánico del suelo vulnerable | Fuente |
Carbono orgánico del suelo | Mapa de carbono orgánico en el suelo | FAO |
Degradación del suelo | Índice de Erosión | CONDESAN |
Se calcularon los niveles de densidad de carbono orgánico en el suelo vulnerable en las 116 cuencas relacionadas a los ecosistemas de montaña.
ÍNDICE DE DENSIDAD DE CARBONO ORGÁNICO EN EL SUELO VULNERABLE | ||
Nivel | Número de Cuencas | % Cuencas por nivel |
Muy Bajo | 47 | 41% |
Bajo | 45 | 39% |
Medio | 14 | 12% |
Alto | 9 | 8% |
Muy Alto | 1 | 1% |
Total general | 116 | 100% |
Ecosistemas de montaña para la prosperidad
Este beneficio que brindan los ecosistemas de montaña está relacionado con los bionegocios
Bionegocios: Son negocios que se basan en el aprovechamiento sostenible de productos de la biodiversidad teniendo en cuenta los criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica. El bionegocio incorpora los costos por la conservación de los recursos naturales, la inclusión de comunidades y conocimientos tradicionales en la generación de valor y la dinamización de las economías locales[5].
Cadena de valor basada en la agrobiodiversidad
Para el tema de la agrobiodiversidad, se identificó como principal insumo la base datos del MINAM, relacionada a los cultivos priorizados en el marco de la Ley 29811, ley de la moratoria al ingreso de los transgénicos al territorio nacional por 10 años. Se han priorizado aquellos cultivos nativos, naturalizados principalmente, que tienen plantas genéticamente modificadas aprobadas para su liberación al ambiente en el exterior.
La información comprende parcelas de cultivos de papa (silvestre y cultivada), maíz, papaya, tomate, cucurbita, kiwicha y quinua. Esta información fue vinculada mediante análisis espacial a las 116 cuencas del ámbito de los ecosistemas de montaña, asignando los 5 rangos cualitativos de “Muy Bajo” a “Muy Alto” a las cuencas que presenten menor o mayor diversidad de especies.
POTENCIAL DE AGRODIVERSIDAD | ||
Nivel | Número de Cuencas | % Cuencas por nivel |
Muy Bajo | 26 | 22% |
Bajo | 10 | 9% |
Medio | 19 | 16% |
Alto | 18 | 16% |
Muy Alto | 8 | 7% |
No Registra | 35 | 30% |
Total general | 116 | 100% |
Cadena de valor basada en el turismo
Para el tema del turismo, se identificó la diversidad de recursos turísticos de categoría natural que puedan brindar oportunidades de desarrollo a la población del ámbito de los ecosistemas de montaña.
Se identificó como principal insumo el Inventario de Recursos Turísticos del Ministerio de Turismo y Comercio Exterior (MINCETUR, 2021) , el mismo que fue analizado a nivel de cuenca hidrográfica, clasificando las cuencas en los 5 rangos de orden cualitativo de “Muy Bajo” a “Muy Alto” en función al número de recursos turísticos de categoría natural presentes en cada cuenca.
POTENCIAL TURÍSTICO | |||
Nivel | Número de Cuencas | % Cuencas por nivel | Sitios Naturales |
Muy Bajo | 34 | 29% | 84 |
Bajo | 19 | 16% | 194 |
Medio | 14 | 12% | 333 |
Alto | 6 | 5% | 289 |
Muy Alto | 6 | 5% | 623 |
No Resgistra | 37 | 32% | – |
Total general | 116 | 100% | 1523 |
[1] RM 014-2021-MINAM. Lineamientos para el Diseño e Implementación de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos
[2] Lanzada por Francia el 1ro de diciembre de 2015 durante la COP 21 (https://www.4p1000.org/es)
[3] FAO (2017). Carbono orgánico del suelo: El potencial oculto. Roma, Italia
[4] Asner GP et. al (2014). La Geografía del Carbono en Alta Resolución del Perú. Carnegie Institution for Science.